jueves, 1 de octubre de 2009

LA UNION DE CUALQUIER PAREJA...

Marzo 14 de 2009

… específicamente aquella decisión de compartir la intimidad de las vidas, como el matrimonio por ejemplo, debería estar reglada, como cualquier vínculo comercial o laboral, por los designios de algunas clausulas contractuales.

Ya sé que algunos me deben estar tachando de insensible, materialista, desalmado, etc., sin embargo les manifiesto que esta práctica, siempre y cuando se aplique desde la plena conciencia, hace de las relaciones de pareja, más que relaciones llevaderas, espacios de disfrute pleno y de felicidad.

A continuación relacionaré los principales temas sujetos de acuerdo para la relación de pareja, que ojala fuera por escrito y firmado por los participantes, según los preceptos que he aprendido de la teoría del guión mental:

Aceptamos que esta unión es un estado de convivencia y comunicación entre seres libres y responsables, en el que cada uno aporta su espíritu, su personalidad social y su energía para el bienestar, el crecimiento y la riqueza de ambos.

Cada uno se compromete a mantenerse limpio y sano, tanto en su interior como en su exterior.

Cada uno aporta su salud, energía y entusiasmo en las actividades que decidan emprender.

Ambos aportan la fe y la confianza mutua y hacia aquellas personas que comparten con la pareja.

Cada uno aporta el amor, la alegría y la seguridad. Cuando sienta ira, tristeza o miedo compartirá con el otro estas emociones y le pedirá comprensión, consuelo y protección sin obligarlo a que se las brinde.

Cada uno es responsable por todos los estados o sentimientos negativos que experimente y no culpará al otro como causante de ellos cualquiera sea el comportamiento asumido por este.

Cada miembro es para el otro un recurso y un bien. No será una carga, un agente de sufrimiento, ni causante de pérdidas que puedan experimentarse.

En la relación cada uno reconoce el derecho que tiene el otro de dar lo que quiere dar. No existen obligaciones del uno hacia el otro, están juntos con libertad y espontaneidad en el aquí y en el ahora. No se es la propiedad ni el propietario del otro. Mantendrán su individualidad, no competirán, ni rivalizarán.

Cada uno debe aceptar que es responsable de su propia felicidad y bienestar, esa responsabilidad no la tiene nadie más.

Cada uno aceptará y cuidará que el otro tenga sus propios tiempos, espacios y relaciones sin su participación. Deciden tratarse bien, protegerse y apoyarse; nunca ofenderse, herirse o descalificarse conscientemente. Se negociarán todas las diferencias que se presenten sin tomar revanchas o ventajas.

Deben mantener el secreto y la intimidad sobre los eventos de su intimidad. Durante su relación y también durante su ruptura, si esto sucediera, nunca se amenazarán, ni intimidarán, ni manipularán.

Desde el punto de vista económico es importante establecer los aportes de cada uno al sustento familiar, valorando justamente las labores domésticas si hay lugar a ello. Establecer metas que requieran inversión y fijarse cuotas de ahorro.

Finalmente es importante manifestar claramente que se reconoce el derecho que tiene cada uno para dar por terminada la relación, recibiendo esa decisión como un acto de crecimiento para ambos y no como un acto en contra del otro.

Esta medida es susceptible de ser aplicada en cualquier momento o tiempo de la relación de pareja. Háganlo si sienten que algo no anda bien en sus vidas, luego me lo agradecerán.

Un abrazo fraternal,

JAIME A.
PD. También pueden firmarse contratos en la relación con los hijos.

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