viernes, 28 de mayo de 2010

NO ES MEJOR MALO CONOCIDO...

… que bueno por conocer, como dice el viejo y conocido refrán (Un saludo a Alfonso Gómez Bolaños, mi admiración para él, larga vida).
Ese refrán manifiesta en forma muy expresa EL MIEDO POR EL CAMBIO; tan evidente en muchas personas y tan real, aunque no tan evidente, en las demás. Esto quiere decir que yo pienso que todas las personas, de una u otra forma, tememos a los cambios.
Pero lo realmente malo para nuestro crecimiento no es que sintamos miedo, sino que ese miedo no permita que optemos por asumir las oportunidades que la vida nos presenta a cada segundo.
Todos los días, a cada momento, se nos presentan oportunidades. Oportunidades de cualquier cosa, que nos confrontan con nuestros hábitos y la comodidad de nuestra cotidianidad, y que no tomamos, por físico temor o por no salir de la comodidad de lo “conocido” (aunque malo) como dice el refrán.
Yo aprendí a optar por todas las posibilidades que se me presentan. La vida misma te evalúa, y si la oportunidad que tomaste te conviene, ten la seguridad de que se realizará. Si no te conviene esa oportunidad se malogra y tu continuas con tu vida. La conveniencia se manifiesta en el mejoramiento de uno de los cuatro puntos de calidad de vida: La salud, la economía, el amor y las relaciones (el ambiente de tu entorno inmediato: trabajo, familia, sociedad)
El último año ha sido un año trascendental en mi vida, quizás lo han percibido a través de mis notas. Un año lleno de cambios radicales. Todo partió del momento en el cual envié al infinito, a través de mis pensamientos la descripción detallada de la mujer que yo quería para formar un hogar (eso fue una tarde del 2006 mientras me transportaba en un taxi), esa misma noche me re-encontre con una mujer conocida, aunque no amiga, y que hoy es mi esposa. Me case con ella hace un año. Simultaneamente con mi matrimonio recupero al amigo de toda mi vida (“un amigo lo es para siempre” ya lo leyeron??) que había perdido hacia algo más de 10 años. Ahora estoy embarazado de 6 meses y lleno de expectativas por el nacimiento de mi primera hija.
Sin embargo, lo que quiero resaltar hoy, es la nueva experiencia que vivo desde el pasado 23 de febrero. Hace 5 años se me presentó una oportunidad de acceder a un empleo, (el de mayor rango al que se puede aspirar en la entidad en la que trabajo); y esa oportunidad se convirtió en mi mayor sueño, en mi meta más grande, y lo pedí para mí al universo… a mi DIos… y estuve bastante cerca de conseguirlo… pero no fue para mí.
Estuve desilusionado por esa oportunidad, tan escasa, que se escapo de mis manos.
Pero para mi sorpresa, ese sueño se cumplió 5 años después, y de una forma inusitada. A través de un concurso, resulte primero y ahora poseo ese cargo deseado. Pero lo realmente extraordinario es que mi cargo hoy lo puedo ostentar con la seguridad de la permanencia… lo que no será para la persona que asumió hace 5 años al cargo que yo pedía al cielo.
Si yo lo hubiera asumido hace 5 años, en calidad de temporal, hoy tendría que devolverme a mi antiguo puesto.
Los sueños se cumplen si decides pedirlas al cielo y asumir las oportunidades!!!!

Con el deseo de no haberlos fastidiado con esta historia personal y que, por el contrario, manifiesta un tema de reflexión, los dejo por hoy, con un abrazo fraternal.

JAIME A.