LA CULPA NO EXISTE...

Noviembre 13 de 2008

… LA CULPA Resulta ser una de los conceptos más perjudiciales para nuestra salud mental y espiritual.

NADIE ES CULPABLE DE LO QUE ME OCURRE. La culpabilidad es una excusa recurrente, especialmente cuando de fatalidad, desgracias, accidentes o infortunios se trata. Igualmente: Nadie es culpable de mi fortuna, buena salud, riquezas, poder etc. Resulta muy fácil para nosotros argumentar así: “Si no fuera por fulanito de tal, yo lograría tal cosa”, “Fulanito es el culpable de que me despidieran”, “mis padres me criaron así, ellos son culpables”, “la pobreza es la culpable de que yo robe”, “mi esposo es el culpable de que yo no trabaje”, “mi familia era muy pobre para darme estudios universitarios”, “no tengo trabajo porque no estudie”, “no tengo plata porque no tengo trabajo”, “la voluntad de Dios es que yo sea pobre y enfermo”. Y así seguiría con miles de ejemplos, todos de nuestra cotidianidad.

La Culpa no existe. Existen los resultados. Existen las metas. Existen las cosechas. Existen las consecuencias. El arte se encuentra en hacer conscientes todas nuestras acciones y enfocarlas en lograr metas previamente establecidas.
Todo lo que nos sucede es consecuencia de nuestras propias acciones, recogemos lo que sembramos, somos el resultado de toda nuestra vida pasada.

De otro lado, todo lo que nos ocurre, es necesario que nos ocurra. Porque en esos acontecimientos se encuentra el conocimiento que debemos incorporar en nuestro proceso de crecimiento y trascendencia. Tenían que ocurrir y seguirán ocurriendo, especialmente los hechos desafortunados y cargados de desventura, hasta tanto la lección que tenemos que aprender sea aprendida.

Quizás ya les había mencionado que las pruebas o evaluaciones o exámenes para saber si nuestro proceso de aprendizaje está avanzando, consisten en evaluar nuestros estados en lo económico, en nuestra salud, en el amor y en nuestras relaciones.
Hagamos un alto en el camino de vez en cuando y evaluemos. Ante una decisión difícil de tomar consideramos los resultados desde la perspectiva de estos cuatro aspectos.

Mi invitación hoy es a que, en lo sucesivo, asumamos la responsabilidad de todo cuanto nos sucede sin culparnos ni culpar a nadie; a que aprendamos nuestras lecciones, a que evaluemos con frecuencia nuestras vidas y a que realicemos todas nuestras acciones cotidianas en la perspectiva de alcanzar metas u objetivos. Hagamos un plan de PROPÓSITOS BÁSICOS.

Un abrazo con mucho amor,

JAIME A.