A PROPOSITO DE LA MUERTE...

Marzo 29 de 2009

... en días pasados de un ser muy querido para mi, quiero compartir con mis amigos lo que he aprendido al respecto, de excelentes maestros y de lo vivido hasta ahora.

El proceso de trascendencia del espirítu o, mejor, de la escencia divina que existe en cada uno de nosotros consiste en llevar nuestras conciencias desde su estado inicial, al comienzo de todas las dimensiones de vida, que es la INOCENCIA, hasta la Meta última que es la VERDAD. En este proceso se parte de la INOCENCIA que es la ausencia total de información. A partir de ésta y en cada una de nuestras participaciones de vida, la mente se llena de información que denominaremos CREENCIAS.

El CRECIMIENTO consiste entonces en la depuración de esa información y convertirla en VERDAD. La verdad se instala en nuestra mente y se va acumulando en la medida en que trascendemos las dimensiones humanas. Las creencias son el fundamento de los traumas y limitaciones en nuestras experiencias de vida y, al mismo tiempo, son la base para establecer nuestros procesos de aprendizaje y crecimiento basados en la ALQUIMIA DEL PENSAMIENTO, ese proceso de recibir información , verificarla y aprender la Verdad. En cada una de esas experiencias de vida lo que estamos haciendo realmente es cumpliendo un programa de aprendizaje, como un proceso escolar, en el cual LA MUERTE ES LA GRADUACIÓN. La muerte es el fin de proceso y señala el inicio del momento de evaluar junto con nuestros maestros tutelares el proceso terminado: Lo que aprendimos y hacia donde podemos avanzar; y lo no aprendido y lo que debemos hacer para "repetir la materia" y conseguir este objetivo. La Muerte es el fin de cada una de nuestras experiencias físicas (Humanas) y el inicio de periodos de evaluación hecha por nuestra dimensión espiritual (Divina).

ES UN MOMENTO DE REFLEXIÓN QUE FUNDAMENTARÁ UNA NUEVA EXPERIENCIA EN NUESTRO CAMINO HACIA LA DIVINIDAD.

Hasta Siempre,


Jaime A.